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“¿Cuánto durará la maquinaria que recién compré?” Es una pregunta casi obligatoria para todo dueño o administrador de empresas. En este sentido, los métodos de depreciación de los activos fijos te ayudan a encontrar una respuesta y prever qué tan viable fue o será tu inversión.
Los grandes avances tecnológicos y la apertura de los mercados originan, aceleradamente, nuevos productos, servicios y circunstancias no previstas que causan, de manera diversa, una depreciación importante en los valores de los activos de las empresas, afirma Roberto Escobedo, socio de Auditoría HLB Lebrija Álvarez y Cía, citado por el IMCP.
El objetivo de conocer la depreciación de un activo fijo es que, además de permitirnos hacer los cálculos de impuestos y deducciones correctamente, este dato nos ayuda a renovarlos en el momento adecuado y evitar el desembolso innecesario de recursos. Con esta visión, existen distintos métodos para averiguar cuánto se deprecia un activo:
- Tiempo o línea recta
- Por unidades producidas
Este método es usualmente aplicado para la maquinaria y equipo en función de su productividad, o las unidades que produce. Para iniciar debe conocerse el valor de adquisición del activo fijo y las unidades estimadas de producción durante su vida útil. Después, debe tomarse un periodo de referencia (un mes, por ejemplo) y cuantificarse cuántas unidades se produjeron. Posteriormente, se obtiene el valor de la depreciación por unidad al dividir el valor de adquisición entre las unidades estimadas de producción.
El resultado se multiplica por el número de unidades producidas en el periodo de referencia y así se conocerá cuánto se depreció el equipo durante el primer periodo de referencia.
- Depreciación fiscal
También se conoce como deducción de inversiones y es un tipo de depreciación en línea recta. La diferencia es que la depreciación se basa en lo establecido por la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Es importante saber que este método de depreciación tiene fines fiscales. Debido a que existen montos máximos de depreciación, esos no consideran las particularidades del activo fijo o eventualidades que podrían afectar su vida útil.
Los dos primeros métodos corresponden a la deducción contable y el tercero a la depreciación fiscal y, por lo tanto, es recomendable contar con ambos cálculos –en especial la depreciación contable– considerando las particularidades de tu negocio. Tu contador es uno de los principales aliados en este tema. Acércate a él y conoce más.
¿Llegó el fin de la vida útil de tus activos fijos?
La renovación de activos fijos es otro tema que pesa mucho dentro de las organizaciones, por ello, el arrendamiento financiero es el respaldo ideal para este tipo de unidades económicas debido a que les evita un gran desembolso inicial de recursos, y a diferencia de otro tipo de financiamiento, este ofrece beneficios como hacer deducibles los pagos mensuales por este servicio.
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Fuentes: IMCP, Soy Conta
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